El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso convocó al embajador estadounidense el lunes para protestar por lo que dice fue el uso de misiles avanzados fabricados en Estados Unidos en un ataque ucraniano contra Crimea, anexada a Rusia, que supuestamente mató a cuatro personas e hirió a más de 150.
Washington «se ha convertido efectivamente en parte» de la guerra del lado de Ucrania, dijo el ministerio en un comunicado, y agregó: «Sin duda, seguirán medidas de represalia». No dio más detalles.
No hubo comentarios inmediatos de funcionarios estadounidenses o ucranianos. Associated Press no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones de Rusia sobre los misiles utilizados.
Las fuerzas de Kiev han dependido en gran medida del armamento suministrado por Occidente desde la invasión rusa hace más de tres años. La ayuda militar ha sido crucial para permitir a Ucrania mantener a raya al ejército del Kremlin, con pocos cambios importantes a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros (620 millas) en el este y el sur de Ucrania durante muchos meses.
Algunos países occidentales han dudado en proporcionar más –y más sofisticada– ayuda al ejército de Kiev debido a la preocupación de provocar potencialmente al Kremlin. Pero mientras Ucrania en ocasiones ha luchado por mantener la línea contra el ejército ruso, más grande y mejor equipado, los líderes occidentales han cedido gradualmente y han otorgado más apoyo.
En el último acontecimiento clave, el Pentágono dijo la semana pasada que se permite al ejército de Ucrania utilizar misiles de mayor alcance proporcionados por Estados Unidos para atacar objetivos dentro de Rusia si actúa en defensa propia. Desde el comienzo de la guerra, Estados Unidos había mantenido una política de no permitir que Ucrania utilizara las armas que le había proporcionado para atacar objetivos en suelo ruso por temor a una mayor escalada del conflicto.
Crimea, que Rusia anexó de Ucrania en 2014 en una medida que la mayor parte del mundo rechazó como ilegal, había sido declarada durante mucho tiempo un objetivo justo para Ucrania por sus aliados occidentales.
Las autoridades rusas dijeron que entre los muertos en el ataque del domingo había dos niños que fueron alcanzados por los escombros de misiles ucranianos derribados sobre una zona costera de Sebastopol, una ciudad portuaria de Crimea. Dijo que también se utilizaron municiones de racimo, que según los críticos dañan más a los civiles que a los combatientes.
Rusia dijo que los misiles eran ATACMS de fabricación estadounidense, un misil guiado de largo alcance. Convocó a la embajadora estadounidense Lynne Tracy al Ministerio de Asuntos Exteriores.
La selección de objetivos y la “aportación de la misión” para tales ataques con misiles son llevadas a cabo por expertos militares estadounidenses, alega el comunicado del ministerio, diciendo que Estados Unidos tiene “la misma responsabilidad por este ultraje” que las autoridades ucranianas.
Continuó diciendo que “permitir ataques en lo profundo del territorio ruso no quedará sin respuesta”.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso informó el lunes que había atacado un “importante centro logístico” del ejército ucraniano que contenía misiles y otras armas suministradas por Occidente.
Dijo que el ataque fue llevado a cabo por aviones de combate, drones, misiles lanzados desde tierra y artillería. El ministerio no mencionó su ubicación.
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