Los votantes venezolanos se enfrentan a una decisión crucial: reelegir a Maduro o darle una oportunidad a la oposición después de 25 años

Los votantes venezolanos se enfrentan a una decisión crucial: reelegir a Maduro o darle una oportunidad a la oposición después de 25 años

CARACAS, Venezuela (AP) — El futuro de Venezuela está en juego. Los votantes decidirán el domingo si reelegen al presidente Nicolás Maduro, cuyos 11 años en el poder han estado plagados de crisis, o si le dan a la oposición la oportunidad de cumplir su promesa de deshacer las políticas del partido gobernante que provocaron un colapso económico y obligaron a millones de personas a emigrar.

Partidos de oposición históricamente fracturados se han unido detrás de un solo candidato, lo que representa al Partido Socialista Unido de Venezuela su desafío electoral más serio en una elección presidencial en décadas.

Maduro se enfrenta al ex diplomático Edmundo González Urrutia, que representa a la oposición renaciente, y a otros ocho candidatos. Los partidarios de Maduro y González marcaron el final de la campaña oficial el jueves con manifestaciones multitudinarias en la capital, Caracas.

Tradicionalmente, Maduro y sus aliados han evitado los desafíos excluyendo a sus rivales de las elecciones y presentándolos como elitistas desconectados de la realidad, aliados de potencias extranjeras. Pero esta vez, el partido gobernante está permitiendo que la Plataforma Unitaria, la coalición de los principales partidos de la oposición, participe en las elecciones.

Un acuerdo que permitió a la coalición opositora participar en las elecciones le dio a Maduro cierto alivio de las agobiantes sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Pero ese respiro duró poco. El gobierno del presidente Joe Biden volvió a imponer las sanciones, citando la creciente represión gubernamental contra adversarios reales y percibidos, incluido el bloqueo de la candidatura de la poderosa opositora María Corina Machado.

Esto es lo que debe saber sobre las próximas elecciones presidenciales de Venezuela.

¿Quién es el candidato de la oposición?

El nombre más comentado en la contienda no está en la boleta: María Corina Machado. La exlegisladora emergió como una estrella de la oposición en 2023, llenando el vacío dejado cuando una generación anterior de líderes de la oposición huyó al exilio. Sus ataques de principios a la corrupción y la mala gestión del gobierno condujeron a millones de venezolanos a votar por ella en las primarias de la oposición de octubre.

Pero el gobierno de Maduro declaró ilegales las primarias y abrió investigaciones penales contra algunos de sus organizadores. Desde entonces, ha emitido órdenes de captura contra varios partidarios de Machado y ha detenido a algunos miembros de su personal, y el máximo tribunal del país confirmó la decisión de excluirla de las urnas.

Aún así, siguió haciendo campaña, realizando manifestaciones en todo el país y convirtiendo la prohibición de su candidatura en un símbolo de la pérdida de derechos y las humillaciones que muchos votantes han sentido durante más de una década.

Ella ha brindado su apoyo a Edmundo González Urrutia, un ex embajador que nunca ha ocupado un cargo público, ayudando a una oposición dividida a unificarse.

Están haciendo campaña juntos con la promesa de una reforma económica que atraerá de regreso a los millones de venezolanos que han emigrado desde que Maduro asumió la presidencia en 2013.

González comenzó su carrera diplomática como asistente del embajador de Venezuela en Estados Unidos a fines de la década de 1970. Estuvo destinado en Bélgica y El Salvador, y sirvió como embajador de Caracas en Argelia. Su último cargo fue el de embajador en Argentina durante la presidencia de Hugo Chávez, que comenzó en 1999.

Más recientemente, González trabajó como consultor de relaciones internacionales y escribió una obra histórica sobre Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Por qué tiene problemas el presidente actual?

La popularidad de Maduro ha disminuido debido a una crisis económica causada por la caída de los precios del petróleo, la corrupción y la mala gestión del gobierno.

Maduro todavía puede contar con un grupo de creyentes acérrimos, conocidos como chavistas, entre ellos millones de empleados públicos y otras personas cuyos negocios o empleos dependen del Estado. Pero la capacidad de su partido para utilizar el acceso a los programas sociales para hacer que la gente vote ha disminuido a medida que la economía se ha deteriorado.

Es el heredero de Hugo Chávez, un socialista popular que amplió el estado de bienestar de Venezuela mientras se enfrentaba a Estados Unidos.

Chávez, enfermo de cáncer, eligió personalmente a Maduro para que actuara como presidente interino tras su muerte. Asumió el cargo en marzo de 2013 y, al mes siguiente, ganó por un estrecho margen las elecciones presidenciales que se desencadenaron tras la muerte de su mentor.

Maduro fue reelegido en 2018, en una contienda que fue considerada una farsa. Su gobierno prohibió la participación a los partidos y políticos de oposición más populares de Venezuela y, a falta de igualdad de condiciones, la oposición instó a los votantes a boicotear las elecciones.

Esa inclinación autoritaria fue parte de la lógica que utilizó Estados Unidos para imponer sanciones económicas que paralizaron la crucial industria petrolera del país.

¿Quién votará?

Más de 21 millones de venezolanos están registrados para votar, pero se espera que el éxodo de más de 7,7 millones de personas debido a la crisis prolongada —incluidos unos 4 millones de votantes— reduzca el número de votantes potenciales a unos 17 millones.

La votación no es obligatoria y se realiza mediante máquinas electrónicas.

La ley venezolana permite votar en el extranjero, pero sólo unos 69.000 electores cumplieron los criterios para emitir su voto en embajadas o consulados durante estas elecciones. Los costosos y lentos requisitos gubernamentales para registrarse, la falta de información y la prueba obligatoria de residencia legal en el país de acogida impidieron que muchos inmigrantes se registraran para votar.

Los venezolanos en Estados Unidos enfrentan un obstáculo insuperable: los consulados, donde los ciudadanos en el extranjero normalmente emitirían sus votos, están cerrados porque Caracas y Washington rompieron relaciones diplomáticas después de la reelección de Maduro en 2018.

¿En qué condiciones se desarrollan las elecciones?

Una elección presidencial más libre y justa parecía una posibilidad el año pasado, cuando el gobierno de Maduro acordó trabajar con la coalición Plataforma Unitaria respaldada por Estados Unidos para mejorar las condiciones electorales en octubre de 2023. Un acuerdo sobre las condiciones electorales le valió al gobierno de Maduro un amplio alivio de las sanciones económicas estadounidenses a sus sectores estatales de petróleo, gas y minería.

Pero días después, las autoridades dijeron que las primarias de la oposición eran contrarias a la ley y comenzaron a emitir órdenes de arresto y a detener a defensores de derechos humanos, periodistas y miembros de la oposición.

Un panel respaldado por la ONU que investiga las violaciones de derechos humanos en Venezuela informó que el gobierno ha aumentado la represión de críticos y opositores antes de las elecciones, sometiendo a los objetivos a detenciones, vigilancia, amenazas, campañas difamatorias y procedimientos penales arbitrarios.

El gobierno también ha utilizado su control de los medios de comunicación, del suministro de combustible del país, de la red eléctrica y de otras infraestructuras para limitar el alcance de la campaña de Machado-González.

Las crecientes acciones tomadas contra la oposición llevaron a la administración Biden a principios de este año a poner fin al alivio de las sanciones que otorgó en octubre. ___

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