RAMALLAH, Cisjordania (AP) — Las facciones palestinas Hamas y Fatah acordaron en Beijing formar un gobierno conjunto, dijeron los grupos el martes, en el último intento por resolver una rivalidad de larga data que se cierne sobre cualquier visión potencial para el gobierno de Gaza después de la guerra con Israel.
Declaraciones similares anteriores han fracasado, lo que genera dudas sobre si las negociaciones patrocinadas por China podrían conducir a una reconciliación entre Hamás, que ha gobernado la Franja de Gaza durante 17 años, y Fatah, la principal fuerza de la Autoridad Palestina respaldada por Estados Unidos que administra partes de la Cisjordania ocupada.
Los dos grupos emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron el acuerdo, pero no dieron detalles sobre cómo o cuándo se formaría el gobierno, y se limitaron a decir que se haría “por acuerdo entre las facciones”. Ambas partes dijeron que el acuerdo, que no ofrecía garantías, era solo un paso inicial, y prometieron dar seguimiento a los acuerdos de reconciliación previos firmados en 2011 y 2022.
Israel y Estados Unidos rechazaron el pacto. Estados Unidos y otros países occidentales se han negado a aceptar cualquier gobierno palestino que incluya a Hamás a menos que reconozca expresamente a Israel, un factor que ha contribuido a arruinar intentos de unidad anteriores, junto con la propia competencia entre las facciones por el poder.
La cadena estatal china CCTV anunció que ambas partes y otras facciones palestinas más pequeñas firmaron la declaración para “poner fin a la división y fortalecer la unidad palestina”. El acuerdo sólo ofrecía lineamientos generales sobre cómo trabajarían juntas.
“Hay una oportunidad… pero no es grande, porque carece de un calendario específico para su implementación”, dijo Hani Al-Masry, experto en asuntos de reconciliación palestina.
La declaración llega en un momento delicado, ya que la guerra en Gaza ya lleva diez meses y mientras Israel y Hamás están sopesando una propuesta de alto el fuego respaldada internacionalmente que pondría fin a la guerra y liberaría a docenas de rehenes israelíes retenidos por Hamás.
Una de las cuestiones más espinosas es la de quién gobernará Gaza después de la guerra. Los esfuerzos de unidad están motivados en parte por el deseo de los palestinos de ofrecer un escenario para el gobierno de posguerra.
Pero Israel se opone vehementemente a que Hamas desempeñe un papel en la región, al que prometió destruir tras el ataque del 7 de octubre contra el sur de Israel. También ha rechazado los llamamientos de Estados Unidos para que la Autoridad Palestina gobierne Gaza una vez que terminen los combates, aunque no ha presentado una visión coherente de posguerra propia.
El partido Fatah del presidente palestino Mahmud Abás se ha mostrado muy reacio a compartir el poder con su rival de larga data. Hamás ganó las elecciones parlamentarias palestinas en 2006. Al año siguiente, en medio de tensiones crecientes, Hamás derrotó a las fuerzas leales a Abás en Gaza. Desde entonces ha gobernado el empobrecido enclave costero.
Durante la actual guerra, los funcionarios de Hamás han dicho que el grupo no quiere volver a gobernar Gaza y que aboga por la formación de un gobierno de tecnócratas que se acordaría entre las distintas facciones palestinas. Ese gobierno se prepararía entonces para las elecciones en Gaza y Cisjordania, con la intención de formar un gobierno unificado.
En reacción al anuncio de China, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel dijo que no habrá un gobierno conjunto entre Hamás y Fatah en Gaza “porque el gobierno de Hamás será aplastado”.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller, dijo: “Dejamos en claro que queremos ver a la Autoridad Palestina” con un papel de gobierno en Gaza, “pero no, no queremos ver un papel para Hamás”, que según él tiene “sangre en sus manos”.
El acuerdo también subrayó los intentos de China de tener un papel cada vez mayor en la diplomacia de Medio Oriente, después de su éxito en la mediación en el restablecimiento de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán.
“Sin duda, China todavía está en el proceso de intentar ganar credibilidad como mediador global”, dijo James Char, investigador del Instituto de Defensa y Estudios Estratégicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
Funcionarios de Fatah, Hamas y otras 12 facciones se reunieron con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en conversaciones que comenzaron el domingo, según una publicación en la plataforma de redes sociales Weibo de la cadena de televisión china CGTN.
En la declaración, todas las facciones, incluido Hamás, dijeron que estaban comprometidas con la creación de un Estado palestino en las tierras que Israel capturó en la guerra de Medio Oriente de 1967.
Hamás, cuya carta original exigía directamente la destrucción de Israel, ha dicho que aceptaría un Estado palestino basado en las fronteras anteriores a la guerra de 1967, pero se niega a reconocer oficialmente a Israel.
Mientras tanto, la Autoridad Palestina ha reconocido a Israel y trabaja en el marco de los acuerdos de paz firmados a principios de los años 90. Se suponía que esos acuerdos conducirían a un futuro Estado en Cisjordania y Gaza, pero las conversaciones han estado estancadas durante años, y la autoridad sólo se encarga de enclaves aislados de Cisjordania. Muchos palestinos consideran que la autoridad es corrupta, está desconectada de la realidad y es un subcontratista de Israel debido a su coordinación conjunta en materia de seguridad.
El anuncio de unidad se basa en la ampliación del número de miembros de la Organización para la Liberación de Palestina liderada por Fatah, incluido Hamas, dijo Jamal Nazzal, portavoz de Fatah.
«Hay un largo camino por recorrer y la mayor parte se implementará después de un posible alto el fuego», añadió.
Los miembros de Hamás nunca han formado parte de la OLP, el grupo paraguas de facciones palestinas que sustenta a la Autoridad Palestina. Husam Badran, un funcionario político de Hamás con base en Qatar, calificó el acuerdo como un “paso positivo más hacia el logro de la unidad nacional palestina”.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden prevé una Autoridad Palestina renovada que gobierne Gaza después de la guerra y ha buscado reformas que puedan convertirla en una presencia viable en el territorio devastado por la guerra. Israel rechazó esa idea.
La Jihad Islámica Palestina, un grupo militante más pequeño aliado con Hamás, emitió una declaración después de las conversaciones diciendo que todavía «rechaza cualquier fórmula que incluya el reconocimiento de Israel explícita o implícitamente» y que exigía el retiro del reconocimiento de Israel por parte de la OLP.
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Goldenberg informó desde Tel Aviv, Israel. Wu informó desde Bangkok. La periodista de The Associated Press Abby Sewell en Beirut contribuyó a este despacho.
