LONDRES (AP) — Líderes de toda Europa se reúnen el jueves en una mansión campestre de Inglaterra para una cumbre ensombrecida por preocupaciones sobre si Estados Unidos seguirá siendo un aliado confiable si Donald Trump consigue una segunda presidencia.
El recién elegido primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, recibirá a unos 45 jefes de gobierno para discutir sobre migración, seguridad energética y la amenaza de Rusia mientras busca restablecer las relaciones entre el Reino Unido y sus vecinos de la Unión Europea, cuatro años después de su amargo divorcio.
El gobierno dijo que le dirá a la reunión de la Comunidad Política Europea que el Reino Unido planea «asumir un papel más activo y de mayor convocatoria en el escenario mundial», especialmente ayudando a Ucrania a combatir la invasión de Rusia y trabajando para acabar con las bandas de tráfico de personas que organizan la migración irregular.
“No podemos permitir que los desafíos del pasado reciente definan nuestras relaciones del futuro”, afirmó Starmer. “Es por ello que la seguridad europea estará al frente de las prioridades exteriores y de defensa de este gobierno, y por eso estoy concentrado en aprovechar este momento para renovar nuestra relación con Europa”.
Cuando Gran Bretaña acordó a principios de este año celebrar la cumbre de un día, el líder conservador Rishi Sunak era el primer ministro. Su derrota en las elecciones del 4 de julio significa que será Starmer quien reciba a los líderes en el Palacio de Blenheim, una casa de campo barroca que fue el lugar de nacimiento del Primer Ministro de la Segunda Guerra Mundial Winston Churchill.
La lista de invitados incluye al canciller alemán Olaf Scholz, al presidente francés Emmanuel Macron, a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, al primer ministro polaco Donald Tusk y al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
“Es una ocasión increíblemente útil para Keir Starmer, porque le da la oportunidad de conocer a muchos líderes europeos”, dijo Jill Rutter, investigadora principal del grupo de expertos Institute for Government. “Es como si Rishi Sunak hubiera organizado una fiesta de citas para él”.
Se trata de la cuarta reunión del grupo EPC, una creación de Macron. Se creó en 2022 como un foro para países tanto de dentro como de fuera de la UE de 27 naciones después de que la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia destrozara la sensación de seguridad de Europa. Las cumbres anteriores se han celebrado en la capital checa, Praga; Chisinau, Moldavia; y Granada, España.
El Reino Unido espera que esta sea la cumbre con mayor asistencia hasta la fecha, aunque la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, no asistirá porque lucha por conseguir un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea ante los legisladores del Parlamento Europeo. Tampoco se espera que asista el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El gobierno de centroizquierda de Starmer aspira a reconstruir los lazos con la UE, tensos por años de disputas enconadas sobre las condiciones del Brexit. Una prioridad clave es un nuevo pacto de seguridad entre el Reino Unido y la UE que Starmer espera alcanzar pronto.
El Reino Unido planea trabajar más estrechamente con la agencia policial europea Europol contra el tráfico de personas, como parte de las medidas para reforzar la seguridad fronteriza tras la decisión de Starmer de desechar el polémico y no realizado plan de los conservadores de enviar a los inmigrantes que llegan al Reino Unido en barco en un viaje de ida a Ruanda.
Los participantes también planean discutir formas de defender la democracia contra la interferencia y la desinformación de Rusia y otros países.
“Sólo podremos proteger nuestras fronteras, impulsar el crecimiento económico y defender nuestras democracias si trabajamos juntos”, dijo Starmer.
Los delegados reunidos en el Palacio de Blenheim, a unos 100 kilómetros al noroeste de Londres, serán tratados con toda la hospitalidad británica, incluidas fresas con crema y una recepción ofrecida por el rey Carlos III.
Muchos pensamientos probablemente se dirigirán a Estados Unidos, donde el intento de asesinato del fin de semana contra Trump, el candidato presidencial republicano, subrayó cuán febril y polarizada se ha vuelto la política antes de las elecciones del 5 de noviembre.
El escepticismo de Trump respecto de la OTAN ha preocupado desde hace tiempo a los aliados de Estados Unidos. La elección por parte de Trump del senador J. D. Vance, un opositor a la ayuda militar estadounidense a Ucrania, como compañero de fórmula para vicepresidente ha aumentado las preocupaciones.
Un alto funcionario de la UE dijo que Trump era considerado impredecible y que la perspectiva de su regreso era “uno de los temas que estaba en la mente de todos”.
Los líderes planeaban discutir “cómo podemos prepararnos” para el posible regreso de Trump, dijo el funcionario, hablando bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar oficialmente.
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El periodista de Associated Press Sylvain Plazy en Bruselas contribuyó a esta historia.