DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP) — Las fuerzas israelíes bombardearon el viernes campamentos de tiendas de campaña para palestinos desplazados al norte de Rafah, matando al menos a 25 personas e hiriendo a otras 50, según el Ministerio de Salud de Gaza y trabajadores de emergencia, en el último ataque mortal en la Franja de Gaza. pequeño territorio palestino donde cientos de miles de personas han huido de los combates entre Israel y Hamás.
Según Ahmed Radwan, portavoz de los primeros intervinientes de la Defensa Civil en Rafah, los testigos informaron a los rescatistas sobre el bombardeo en dos lugares de una zona costera que se ha llenado de tiendas de campaña. El Ministerio de Salud informó el número de personas muertas y heridas en los ataques.
Los lugares de los ataques proporcionados por la Defensa Civil estaban justo fuera de una zona segura designada por Israel. El ejército israelí dijo que estaban investigando los ataques en las coordenadas informadas. Israel ha bombardeado previamente lugares en las cercanías de la “zona humanitaria” en Muwasi, una zona rural en la costa mediterránea que se ha llenado de extensos campamentos de tiendas de campaña en los últimos meses.
Los ataques se produjeron mientras Israel seguía adelante con su operación militar en Rafah, donde más de un millón de palestinos habían buscado refugio de los combates en otras partes de Gaza. La mayoría ha huido de Rafah, pero las Naciones Unidas dicen que ningún lugar en Gaza es seguro y que las condiciones humanitarias son terribles, ya que las familias se refugian en tiendas de campaña y apartamentos hacinados sin alimentos, agua ni suministros médicos adecuados.
Los ataques del viernes tuvieron lugar menos de un mes después de que un bombardeo israelí desencadenara un incendio mortal que arrasó un campamento para palestinos desplazados en el sur de Gaza, provocando una indignación internacional generalizada (incluso de algunos de los aliados más cercanos de Israel) por la creciente ofensiva militar en Rafah.
Israel dice que está atacando a los combatientes y la infraestructura de Hamás y que intenta minimizar las muertes de civiles. Culpa del gran número de víctimas civiles a los militantes y dice que es porque operan entre la población.
Ahora que la guerra de Israel contra Hamas está en su noveno mes, aumentan las críticas internacionales por la campaña israelí de destrucción sistemática en Gaza, con un enorme costo en vidas civiles. El máximo tribunal de las Naciones Unidas concluyó que existe un “riesgo plausible de genocidio” en Gaza, una acusación que Israel niega rotundamente.
Las ofensivas terrestres y los bombardeos israelíes han matado a más de 37.100 personas en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, que no distingue entre combatientes y civiles en su recuento.
Israel lanzó la guerra después del ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que militantes irrumpieron en el sur de Israel, mataron a unas 1.200 personas -en su mayoría civiles- y secuestraron a unas 250.