Tanto el presidente ruso Vladimir Putin como el líder norcoreano Kim Jong Un dicen que la asociación estratégica que firmaron el miércoles es un gran avance. Pero ninguna de las partes ha publicado el texto del acuerdo resultante de su cumbre en Pyongyang, y sus consecuencias a corto y largo plazo son inciertas.
Las relaciones entre la creciente Rusia y la pequeña y aislada Corea del Norte (ambas potencias nucleares) se han mejorado significativamente en los últimos años en medio de la creciente acritud de Rusia con Occidente por la invasión de Ucrania y la supresión de toda oposición interna.
El nuevo acuerdo podría acercarlos aún más, al tiempo que plantea nuevos desafíos a la comunidad internacional.
¿Qué hay en la nueva asociación, según Kim y Putin?
¿Qué define la agresión?
Putin dijo en una sesión informativa después de la firma que «el acuerdo de asociación integral prevé, entre otras cosas, la prestación de asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes de este documento».
Esa frase plantea una serie de preguntas.
La primera es lo que podría considerarse “agresión”. Históricamente, ambos partidos han utilizado la palabra para denunciar acciones que distan mucho de ser un ataque físico, o incluso un ciberataque.
Corea del Norte tiene una visión especialmente amplia. Pyongyang comúnmente califica los ejercicios militares combinados realizados entre Estados Unidos y Corea del Sur como “agresión”, describiéndolos como ensayos de invasión. A menudo lleva a cabo sus propias pruebas de misiles u otras exhibiciones militares como parte de una represalia de ojo por ojo.
Tampoco es necesario que las llamadas agresiones sean acciones reales. Ha denunciado las críticas estadounidenses al historial de derechos humanos de Corea del Norte como «el principal medio de agresión, junto con la amenaza militar, (que) la RPDC tendrá que tomar en consideración la opción resuelta y decisiva para defender la soberanía y la seguridad del Estado en una manera integral”. El nombre formal del país es República Popular Democrática de Corea o RPDC.
Rusia ha basado la guerra en Ucrania en supuestos planes de la OTAN de cometer una agresión contra Rusia por parte de su vecino. Putin también calificó una vez de agresión las manifestaciones de 2014 que derrocaron al presidente ucraniano amigo de Rusia.
¿Cuál sería la respuesta?
El tipo de apoyo prometido en el acuerdo no fue detallado, a diferencia de la cláusula del Artículo 5 de la carta de la OTAN que requiere que los países miembros tomen las medidas que consideren necesarias.
En sus explicaciones del acuerdo, ni Putin ni Kim dijeron si especificaba si la asistencia sería tropas, material o algún otro tipo de ayuda.
¿Qué pasa si no hay agresión?
Puede que Corea del Norte y Rusia no encuentren motivos para reclamar que hayan cometido agresión contra ellos, pero dicen que se ayudarán mutuamente a sus ejércitos.
Básicamente, Putin vinculó esa cooperación militar con Corea del Norte con los suministros occidentales de armas a Ucrania, refiriéndose a sistemas de armas de alta precisión, aviones de combate y otras armas de alta tecnología.
«La Federación Rusa no excluye el desarrollo de la cooperación técnico-militar con la República Popular Democrática de Corea de conformidad con el documento firmado hoy», dijo Putin.
Esa declaración, en efecto, formaliza lo que los países occidentales afirman que ya está sucediendo.
Estados Unidos y otros aliados alegan que Rusia ha recibido misiles balísticos y municiones de Corea del Norte mientras la guerra de Ucrania agota el inventario de Moscú, y que Rusia ha realizado transferencias de tecnología a Pyongyang que podrían aumentar la amenaza planteada por el programa de misiles y armas nucleares de Kim.
¿Cuál es el aspecto económico del pacto?
La asociación también exige el desarrollo de vínculos económicos, una cuestión especialmente importante para Corea del Norte, que sufre una serie de sanciones internacionales. Corea del Norte necesita bienes y materiales y, a su vez, puede suministrar mano de obra a la fuerza laboral rusa mermada por la guerra; esos trabajadores, a su vez, podrían convertir los salarios en rublos a dólares o euros y enviar divisas a casa.
Putin dijo que el volumen de negocios comercial entre Rusia y Corea del Norte se ha multiplicado por nueve durante el año pasado, pero admitió que la cantidad en sí sigue siendo «modesta».