BRUSELAS (AP) — Los ministros de defensa de la OTAN aprobaron el viernes un plan para brindar ayuda de seguridad confiable a largo plazo y entrenamiento militar a Ucrania después de que demoras en las entregas occidentales de fondos, armas y municiones ayudaron a las fuerzas invasoras rusas a tomar la iniciativa en el campo de batalla.
Los partidarios occidentales de Kiev han concentrado sus esfuerzos principalmente a través del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania dirigido por el Pentágono, un foro en el que alrededor de 50 países reúnen las armas y municiones que el país devastado por la guerra más necesita.
El nuevo plan sería un esfuerzo complementario. Al anunciar la medida después de presidir una reunión de ministros de defensa en Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que el esfuerzo tendría su sede en una base militar estadounidense en Wiesbaden, Alemania, e involucraría a casi 700 personas.
Dijo que ayudaría a organizar el entrenamiento del personal militar ucraniano en los países miembros de la alianza, coordinar y planificar las donaciones del equipo que Kiev necesita y gestionar la transferencia y reparación de ese material militar.
El esfuerzo ha sido descrito como una manera de lograr el respaldo de la OTAN a Ucrania a “prueba de Trump”, en referencia a la preocupación de que el expresidente Donald Trump pueda retirar el apoyo de Estados Unidos a Kiev si regresa al cargo.
«Es para que sea resistente a cualquier situación», dijo a los periodistas la ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren, al margen de la reunión.
“Tenemos que considerar el hecho de que esta (guerra) podría durar años. Queremos tener algo que no dependa de personas específicas, ministros o quien sea, sino una estructura que funcione”, dijo.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que dirige un gobierno estridentemente nacionalista, ha obstaculizado sistemáticamente los esfuerzos de la OTAN y la Unión Europea para ayudar a Ucrania. Amenazó con vetar el plan, pero aceptó dejar que otros aliados siguieran adelante si Budapest no se veía obligada a participar.
Las fuerzas de Kiev, superadas en armamento, están luchando para contener a un ejército ruso más grande. El número de tropas, municiones y defensas aéreas se han reducido a medida que las fuerzas del Kremlin intentan paralizar el suministro de energía nacional y atravesar la línea del frente en las zonas orientales del país.
Moscú ha aprovechado un largo retraso en la ayuda militar estadounidense. Los fondos de la UE también se vieron frenados por luchas políticas internas.
Ucrania necesitará resistir el ataque durante el verano, dicen los analistas militares, y al mismo tiempo entrenar más soldados, construir fortificaciones y esperar que las entregas de ayuda militar occidental se aceleren para que Kiev pueda montar una nueva ofensiva el próximo año.
Stoltenberg ha expresado esperanzas de que el presidente estadounidense Joe Biden y sus homólogos acuerden en su cumbre del 9 al 11 de julio en Washington mantener el nivel de financiación para el apoyo militar que han proporcionado a Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión total en febrero de 2022.
Calcula que esto asciende a unos 40.000 millones de euros (43.000 millones de dólares) en equipos cada año.
«Aún no hemos llegado a un acuerdo al respecto», dijo a los periodistas después de la reunión del viernes.