LA PAZ, Bolivia (AP) — El general boliviano acusado de liderar un golpe fallido fue enviado el sábado a una prisión de máxima seguridad mientras enfrenta cargos de terrorismo e inicio de un levantamiento armado.
“En algún momento se sabrá la verdad”, dijo a los periodistas el general Juan José Zúñiga, esposado, mientras era escoltado por dos guardias hasta el vehículo que lo trasladaría a la prisión de máxima seguridad de Chonchocoro, en las afueras de La Paz.
“Los demás son inocentes. Son gente inocente”, añadió. Otros dos ex jefes militares, entre ellos el ex vicealmirante de la Marina Juan Arnez Salvador, también fueron llevados a la misma prisión.
Zúñiga, quien fue arrestado el miércoles después de la rebelión, dijo antes de ser detenido, sin presentar pruebas, que el presidente Luis Arce le ordenó llevar a cabo la rebelión, algo que el líder boliviano y su gobierno han negado enérgicamente.
Arce dijo a la AP el viernes que Zúñiga planeaba “tomar” el gobierno y convertirse en presidente, y negó una vez más que el ataque del miércoles al palacio de gobierno fuera un “autogolpe” diseñado para ganar puntos políticos.
Las autoridades han detenido a 21 personas, entre ellas Zúñiga, que se encontraban detenidas en dependencias policiales de La Paz. Todos ellos enfrentan cargos de alzamiento armado y terrorismo.
Catorce de los detenidos comparecieron el sábado ante un juez.
Las familias de algunos de los detenidos dijeron el viernes que no sabían nada de un complot, y algunos dicen que sus seres queridos simplemente estaban «siguiendo órdenes» o les dijeron que estaban realizando un «ejercicio militar».