PARÍS (AP) — Francia votará el domingo en unas cruciales elecciones de segunda vuelta que podrían dar una victoria histórica al partido de ultraderecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen y su visión introspectiva y antiinmigrante, o producir un parlamento sin mayoría y años de estancamiento político.
Las elecciones anticipadas del domingo en este país con armas nucleares tienen un impacto potencial en la guerra en Ucrania, la diplomacia global y la estabilidad económica de Europa, y es casi seguro que debilitarán al presidente Emmanuel Macron durante los tres años restantes de su presidencia.
El racismo y el antisemitismo han empañado la campaña electoral, junto con las campañas cibernéticas rusas, y más de 50 candidatos denunciaron haber sido atacados físicamente, algo muy inusual en Francia. El gobierno desplegará 30.000 policías el día de la votación.
Las tensiones aumentan mientras Francia vive un verano muy especial: París se dispone a acoger unos Juegos Olímpicos excepcionalmente ambiciosos, la selección nacional de fútbol ha alcanzado la semifinal de la Eurocopa 2024 y el Tour de Francia recorre el país junto a la antorcha olímpica.
Mientras tanto, 49 millones de votantes se encuentran en medio de las elecciones más importantes del país en décadas.
Francia podría tener su primer gobierno de extrema derecha desde la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial si el Agrupamiento Nacional logra la mayoría absoluta y su líder de 28 años, Jordan Bardella, se convierte en primer ministro. El partido se impuso en la primera vuelta de la semana anterior, seguido por una coalición de partidos de centroizquierda, extrema izquierda y Verdes, y la alianza centrista de Macron.
El resultado sigue siendo muy incierto. Las encuestas realizadas entre las dos vueltas sugieren que el Agrupamiento Nacional puede ganar la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional, que cuenta con 577 bancas, pero no alcanzaría los 289 necesarios para lograr la mayoría. De todos modos, eso sería histórico si un partido con vínculos históricos con la xenofobia y la minimización del Holocausto, y considerado durante mucho tiempo un paria, se convirtiera en la mayor fuerza política de Francia.
Si logra la mayoría, Macron se vería obligado a compartir el poder en un extraño acuerdo conocido en Francia como “cohabitación”.
Otra posibilidad es que ningún partido tenga mayoría, lo que daría como resultado un parlamento sin mayoría. Eso podría llevar a Macron a buscar negociaciones de coalición con el centroizquierda o a nombrar un gobierno tecnocrático sin afiliaciones políticas.
Ambas medidas serían inéditas en la Francia moderna y dificultarían que la segunda economía de la Unión Europea tome decisiones audaces sobre armar a Ucrania, reformar las leyes laborales o reducir su enorme déficit. Los mercados financieros han estado nerviosos desde que Macron sorprendió incluso a sus aliados más cercanos en junio al anunciar elecciones anticipadas después de que el Agrupamiento Nacional obtuviera la mayoría de los escaños para Francia en las elecciones al Parlamento Europeo.
Muchos votantes franceses, especialmente en las pequeñas ciudades y las zonas rurales, están frustrados por los bajos ingresos y por la percepción de que el liderazgo político de París es elitista y desinteresado en las luchas cotidianas de los trabajadores. Agrupación Nacional ha logrado conectar con esos votantes, a menudo culpando a la inmigración de los problemas de Francia, y ha logrado un amplio y profundo apoyo durante la última década.
Le Pen ha suavizado muchas de las posiciones del partido (ya no pide abandonar la OTAN y la UE) para hacerlo más elegible, pero los valores de extrema derecha fundamentales del partido siguen vigentes. Quiere un referéndum sobre si haber nacido en Francia es suficiente para merecer la ciudadanía, limitar los derechos de los ciudadanos con doble nacionalidad y dar a la policía más libertad para usar armas.
La segunda vuelta de las elecciones comenzó el sábado en los territorios franceses de ultramar, desde el Pacífico Sur hasta el Caribe, el océano Índico y el Atlántico Norte. Las elecciones concluyen el domingo a las 20.00 horas (18.00 GMT) en Francia continental. Se espera que las primeras proyecciones de los sondeos se den a conocer el domingo por la noche, mientras que los primeros resultados oficiales se esperan a última hora del domingo y a primera hora del lunes.
Independientemente de lo que suceda, Macron dijo que no dimitirá y seguirá siendo presidente hasta que termine su mandato en 2027.
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