MILÁN — Estonia ha lanzado un concurso para adquirir equipos de señuelo para atraer a las fuerzas enemigas a ataques, la última de una serie de inversiones de defensa de Tallin animadas por la invasión rusa de Ucrania.
El Centro de Inversiones para la Defensa de Estonia, el brazo de adquisiciones del ejército, publicó a mediados de septiembre los documentos de licitación para presentar ofertas por plataformas modelo hasta finales de mes. Tallin espera gastar 10 millones de dólares en la compra.
Las autoridades están buscando modelos de sistemas de armas reales, municiones, así como equipos de comunicación y radar, junto con capacitación para la instalación y el mantenimiento de los señuelos, según el aviso.
No se dieron más detalles sobre los tipos específicos de señuelos que busca Estonia ni qué ramas de su ejército los utilizarán.
Los funcionarios estonios han estado entre los miembros europeos de la OTAN más firmes al decir que las aspiraciones rusas de apoderarse de territorio podrían extenderse mucho más allá de Ucrania.
En una reciente entrevista con el periódico nacional español El País, el coronel Mati Tikerpuu, comandante de una de las dos brigadas del ejército estonio, dicho Tallin “sería capaz de resistir una invasión durante un par de semanas” antes de que llegaran los refuerzos de la alianza.
Desde la cumbre de la OTAN de 2023 en Vilna, los países bálticos –Lituania, Estonia y Letonia– han revelado una serie de planes para intensificar la protección de la región, dada su proximidad a territorio ruso.
Entre ellas, se encuentra la construcción de un “muro antidrones” para defenderse de Moscú, en cooperación con Polonia, Finlandia y Noruega. Además, Estonia está construyendo una valla a lo largo de sus 294 kilómetros de frontera con Rusia que estará equipada con cámaras y radares.
Ucrania ha hecho uso de una variedad de equipos militares falsos desde el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia.
En febrero, fotos surgió En las redes sociales se informa que se muestran maquetas ucranianas de sistemas de defensa aérea terrestres, incluidas réplicas muy realistas del equipo de defensa aérea Iris-T proporcionado por Alemania y el radar AN/MPQ-64 Sentinel de fabricación estadounidense.
Otros países europeos han adquirido equipos similares este año, entre ellos Alemania, que adjudicó un contrato de 50 millones de euros (54,4 millones de dólares) a Rheinmetall para el suministro de señuelos aéreos infrarrojos Birdie.
Estos se instalarán en aviones militares alemanes para proteger contra misiles aire-aire y tierra-aire, actuando de manera similar a las bengalas que pueden emitir calor y ser desplegadas por los pilotos para confundir a los misiles sobre su objetivo.
Elisabeth Gosselin-Malo es corresponsal en Europa de Defense News. Abarca una amplia gama de temas relacionados con las adquisiciones militares y la seguridad internacional, y se especializa en informar sobre el sector de la aviación. Tiene su base en Milán, Italia.