MILÁN – Irlanda está redoblando sus esfuerzos en materia de vigilancia submarina, una disciplina de la guerra naval que el país hasta ahora ha ignorado en gran medida, pero que representa una capacidad clave en el contexto de la ubicación estratégica del país en el extremo noroeste de Europa.
El gobierno irlandés publicado su última Revisión de la Política de Defensa, realizada a principios de este verano, que establece la postura de las fuerzas militares nacionales en respuesta a las actuales amenazas a la seguridad.
“El entorno de seguridad de Irlanda está atravesando un período de profundos cambios; nuestra posición geográfica y nuestra política de neutralidad militar ya no minimizan las amenazas planteadas por actores malignos”, afirma el documento.
El campo más amplio de la seguridad marítima está entre las prioridades enumeradas, para lo cual el estudio recomienda comprar un radar de vigilancia naval y capacidad de sonar para monitorear lo que ocurre bajo el agua en las aguas que rodean la isla.
El plan es combinar estas capacidades en un sistema de monitoreo integrado para los dominios aéreo y terrestre, así como también con la adquisición de un sistema de defensa aérea terrestre.
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Las aguas de Dublín se encuentran en el punto de unión de una amplia red de cables submarinos, los enlaces del fondo marino a través de los cuales circula aproximadamente el 97% de las comunicaciones y el tráfico de Internet a nivel mundial. Según la cadena pública de televisión RTE, tres cuartas partes de todos los cables del hemisferio norte pasan por aguas irlandesas o cerca de ellas, la mayoría de ellos frente a la costa sudoeste.
Cualquier interrupción o sabotaje a estos cables podría tener repercusiones significativas para la economía y los servicios internacionales.
La nueva revisión de defensa también dice que el desarrollo de nuevas capacidades se centrará en la infraestructura submarina, litoral y marítima crítica para mejorar la defensa naval y permitir la puesta en funcionamiento de los buques de patrulla costera adquiridos de Nueva Zelanda en 2022.
Mientras tanto, los funcionarios están en el proceso de desarrollar una nueva estrategia de seguridad marítima nacional, liderada por el Departamento de Defensa del país, que probablemente dará cuerpo a las ambiciones submarinas de Dublín.
En un intento por aumentar el papel del país en la protección de las líneas de comunicación marítimas, el gobierno irlandés recibió aprobación por parte de los legisladores en julio para unirse al proyecto de Protección de Infraestructura Crítica de los Fondos Marinos de la Unión Europea liderado por Italia.
La iniciativa, lanzada en mayo de 2023, forma parte del marco de la Cooperación Estructurada Permanente, o PESCO, en el que siete estados miembros de la UE colaboran para mejorar sus activos y capacidades de vigilancia submarina.
Si bien la incorporación de Irlanda al proyecto representa un paso importante en la expansión de su conocimiento submarino, fue recibida con críticas por parte de otros legisladores, que consideraron que la medida se alejaba de la política de larga data de neutralidad militar del país.
Elisabeth Gosselin-Malo es corresponsal en Europa de Defense News. Abarca una amplia gama de temas relacionados con las adquisiciones militares y la seguridad internacional y se especializa en informar sobre el sector de la aviación. Tiene su base en Milán, Italia.