MOSCÚ (AP) — La cifra de muertos en el ataque perpetrado por militantes islámicos en la región de Daguestán, en el sur de Rusia, aumentó a 21 después de que un oficial de policía herido muriera en un hospital, dijeron funcionarios el martes.
El ataque del domingo, en el que militantes atacaron lugares de culto cristianos y judíos y dispararon contra la policía en las ciudades de Derbent y Makhachkala en la región predominantemente musulmana del Cáucaso Norte, fue el más mortífero en Rusia desde marzo, cuando hombres armados abrieron fuego en un concierto en suburbio de Moscú, matando a 145 personas.
Un afiliado del grupo Estado Islámico en Afganistán, que se atribuyó la responsabilidad del ataque de marzo, se apresuró a elogiar el ataque en Daguestán, diciendo que fue llevado a cabo por «hermanos en el Cáucaso que demostraron que todavía son fuertes».
El Comité de Investigación, la principal agencia estatal de investigación criminal de Rusia, dijo que los cinco atacantes murieron.
Mavsum Ragimov, jefe de la región de Derbent, afirmó el martes que un sargento de policía murió a causa de sus heridas en un hospital, elevando el número total de víctimas a 21, 16 de ellas policías.
Las autoridades médicas de Daguestán dijeron el lunes que al menos 46 personas resultaron heridas, 13 de ellas policías.
Entre los muertos estaba el reverendo Nikolai Kotelnikov, un sacerdote ortodoxo ruso de 66 años de una iglesia en Derbent. El ataque se produjo mientras los fieles ortodoxos celebraban Pentecostés, también conocido como Domingo de la Trinidad.
A principios de la década de 2000, Daguestán fue testigo de ataques casi diarios contra la policía y otras autoridades, atribuidos a militantes extremistas. Tras el surgimiento del grupo Estado Islámico, muchos residentes de la región se unieron a él en Siria e Irak.
La violencia en Daguestán ha disminuido en los últimos años, pero en una señal de que los sentimientos extremistas aún son fuertes en la región, turbas se amotinaron en un aeropuerto allí en octubre, atacando un vuelo procedente de Israel. Más de 20 personas resultaron heridas, ninguna de ellas israelí, cuando cientos de hombres, algunos de ellos portando pancartas con lemas antisemitas, se precipitaron a la pista, persiguieron a los pasajeros y arrojaron piedras a la policía.