KINGSTON, Jamaica (AP) — El huracán Beryl azotaba Jamaica el miércoles, trayendo fuertes vientos y fuertes lluvias después de que la poderosa tormenta de categoría 4 matara previamente a al menos siete personas y causara daños significativos en el sureste del Caribe.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que la pared del ojo de Beryl estaba “rozando la costa sur de Jamaica”.
La lluvia azotó la isla durante horas, mientras los residentes acudían a los refugios, según el llamado de las autoridades, hasta que pasara la tormenta. Se cortó la electricidad en gran parte de la capital.
El primer ministro Andrew Holness dijo el miércoles por la tarde que casi 500 personas fueron alojadas en refugios.
Por la tarde, dijo que Jamaica no había visto “lo peor de lo que podría pasar”.
“Podemos hacer todo lo que podamos, tan humanamente como sea posible, y dejamos el resto en manos de Dios”, dijo Holness.
Varias carreteras en los asentamientos del interior del país fueron afectadas por árboles y postes de servicios públicos caídos, mientras que algunas comunidades en la zona norte se quedaron sin electricidad, según el servicio de información del gobierno.
Pauline Lynch, residente de Kingston, dijo que había almacenado alimentos y agua en previsión de la llegada de la tormenta. Con el viento y la lluvia, Lynch dijo: «No tengo control sobre lo que viene, así que solo tengo que rezar para que toda la gente de Jamaica esté a salvo y no suframos muertes ni pérdidas».
Al mediodía, los vientos ya aullaban en la capital, convirtiendo el mar en agitadas crestas blancas mientras el ojo de Beryl rozaba la costa sur de la isla.
“Estamos muy preocupados por una amplia variedad de impactos potencialmente mortales en Jamaica”, incluyendo marejadas ciclónicas, fuertes vientos e inundaciones repentinas, dijo Jon Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather.
Porter calificó a Beryl como “la amenaza de huracán más fuerte y peligrosa que Jamaica ha enfrentado, probablemente, en décadas”.
Se emitió una alerta de huracán para Jamaica, Gran Caimán, Pequeño Caimán y Caimán Brac, y la costa de la península de Yucatán en México, desde Puerto Costa Maya hasta Cancún. Se pronostica que Beryl se debilitará levemente en los próximos días, pero que aún alcanzará o estará cerca de la fuerza de un huracán mayor cuando pase cerca de las Islas Caimán el jueves y hacia la península de Yucatán en México el jueves por la noche o el viernes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Jamaica se encontraba en estado de emergencia, ya que la isla fue declarada zona de desastre horas antes del impacto de Beryl. Holness dijo que la declaración de zona de desastre se mantendrá durante los próximos siete días.
Se emitió una orden de evacuación para las comunidades de Jamaica propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra. Holness instó a los jamaiquinos a alejarse de las zonas bajas.
Mientras tanto, la costa caribeña de México se preparaba para Beryl.
La directora de la agencia de protección civil de México dijo que se espera que Beryl haga un doble impacto inusual en México. Laura Velázquez dijo que se espera que el huracán toque tierra a lo largo de un tramo relativamente despoblado de la costa caribeña entre Tulum y la ciudad interior de Felipe Carrillo Puerto. Debido a que la costa allí está formada en gran parte por lagunas y manglares, hay pocos complejos turísticos u hoteles en el área al sur de Tulum.
El miércoles, funcionarios del gobierno mexicano retiraron los huevos de tortuga marina de las playas de Cancún en un intento de protegerlos de las marejadas ciclónicas.
Se espera que el huracán se debilite a tormenta tropical al cruzar la península de Yucatán y resurja durante el fin de semana con fuerza de tormenta en el Golfo de México. Velázquez dijo que se espera que Beryl golpee territorio mexicano por segunda vez en los estados de la costa del Golfo de Veracruz o Tamaulipas, cerca de la frontera con Texas.
El lunes por la noche, Beryl se convirtió en la primera tormenta en convertirse en un huracán de categoría 5 en el Atlántico y alcanzó vientos máximos de 270 km/h (165 mph) el martes antes de debilitarse a una categoría 4, todavía destructiva. El miércoles, el centro de la tormenta estaba a unas 160 millas (100 millas) al oeste de Kingston. Tenía vientos máximos sostenidos de 215 km/h (130 mph) y se movía hacia el oeste-noroeste a 31 km/h (20 mph). Los vientos con fuerza de huracán se extendían 45 millas desde el centro.
En Miami, el director del centro de huracanes, Michael Brennan, dijo en una conferencia en línea que las personas en la isla deberían planear permanecer refugiadas durante todo el día del miércoles y que las condiciones recién comenzarán a mejorar durante la noche.
Se esperaba que la costa sur de Jamaica, donde se encuentra Kingston, fuera la más afectada por Beryl, con niveles de agua costera que aumentarían hasta 6 o 9 pies (1,8 a 2,7 metros) por encima de los niveles normales de marea en algunas áreas.
Fuertes lluvias de 10 a 20 centímetros, con hasta 30 centímetros en áreas aisladas, amenazaron con inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en la isla montañosa, dijo.
Mientras Beryl avanzaba a toda velocidad por el mar Caribe, los equipos de rescate en las islas del sureste se desplegaron para determinar la magnitud de los daños que el huracán causó en Carriacou, una isla en Granada.
Michelle Forbes, directora de la Organización Nacional de Gestión de Emergencias de San Vicente y las Granadinas, dijo que alrededor del 95% de las viviendas en Mayreau y Union Island han sido dañadas por el huracán Beryl.
Según las autoridades, tres personas murieron en Granada y Carriacou y otra en San Vicente y las Granadinas. Otras tres personas murieron en el norte de Venezuela, donde cinco personas están desaparecidas. Unas 25.000 personas de esa zona también se vieron afectadas por las fuertes lluvias de Beryl.
Una víctima mortal en Granada ocurrió después de que un árbol cayera sobre una casa, dijo Kerryne James, la ministra de Medio Ambiente, a The Associated Press.
El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, dijo el martes que no había electricidad, las carreteras estaban intransitables y el posible aumento del número de muertos “sigue siendo una triste realidad”.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, ha prometido reconstruir el archipiélago.
El último huracán fuerte que azotó el sureste del Caribe fue el huracán Iván hace 20 años, que mató a decenas de personas en Granada.
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Los periodistas de Associated Press Mark Stevenson en Ciudad de México, Coral Murphy Marcos en San Juan, Puerto Rico y Lucanus Ollivierre en Kingstown, San Vicente y las Granadinas contribuyeron a este despacho.
