La 1.ª Fuerza de Tarea Multidominio del Ejército ha utilizado una pequeña cantidad de sistemas de aviones no tripulados de energía solar Kraus Hamdani Aerospace K1000 Ultra Long-Endurance en todo el teatro del Pacífico en lugares como Filipinas y Guam en los últimos años. Ahora el Pentágono ha encargado sistemas por valor de 20 millones de dólares para la unidad, así como operadores especiales.
El Pentágono otorgó la adjudicación a través del programa Acelerar la Adquisición y Colocación de Tecnologías Innovadoras (APFIT), una de las mayores adjudicaciones desde la creación del fondo en 2022.
El K1000ULE está diseñado para “imitar la naturaleza utilizando inteligencia artificial a bordo para deslizarse silenciosamente por el aire como un pájaro y generar energía limpia a bordo”, se lee en un comunicado de la compañía del 30 de octubre. «El K1000ULE es el avión autónomo de cero emisiones, totalmente eléctrico y de mayor autonomía en su categoría de tamaño y peso».
El K1000 proporcionará una extensión de red de nivel aéreo para comunicaciones, guerra electrónica e inteligencia, vigilancia y capacidades de reconocimiento, enumera el comunicado.
«Con el tiempo, hemos madurado nuestra tecnología de acuerdo con los requisitos del Ejército de EE. UU. y continuamos alineando el K1000ULE para satisfacer las necesidades del combatiente en un entorno dinámicamente cambiante», Fatema Hamdani, directora ejecutiva y cofundadora de Kraus Hamdani Aerospace, dicho.
Defense News fue testigo de cómo la Compañía de Efectos y Sensores de Alcance Extendido de la 1.ª MDTF utilizó el K1000 en un aeródromo de una isla remota en Filipinas durante un simulacro bilateral anual llamado Balikatan esta primavera. El avión pasó sus días volando sobre el Mar de China Meridional recopilando datos para la empresa.
El Ejército también ha estado utilizando el avión en una variedad de otros experimentos durante los últimos años, como el ejercicio Edge y el Proyecto Convergencia.
El ligero K1000, que cuenta con paneles solares en sus alas, ya había batido el récord de resistencia de los sistemas aéreos no tripulados de clase 2 al volar durante 76 horas. Esa categoría se aplica actualmente a drones que pesan entre 21 y 55 libras.
El avión no tiene tren de aterrizaje y se basa en patines impresos en 3D que se pueden cambiar una vez que se desgastan.
El K1000 es difícil de detectar, y la mayoría de los sensores y radares lo confunden con un pájaro, según los ingenieros de Kraus en Filipinas.
El avión cabe dentro de una caja estándar y a los usuarios les lleva aproximadamente 10 minutos descargarlo, ensamblarlo y despegarlo. El dron despega de un vehículo en movimiento mientras capta el viento. En Filipinas, despegó desde el techo de un todoterreno negro.
El Ejército está retirando su programa Shadow UAS, y Kraus cree que el K1000 es un buen candidato para llenar capacidades de UAS tanto pequeñas como grandes con una huella logística de drones más pequeños, señala el comunicado.
Jen Judson es una periodista galardonada que cubre la guerra terrestre para Defense News. También ha trabajado para Politico e Inside Defense. Tiene una Maestría en Ciencias en Periodismo de la Universidad de Boston y una Licenciatura en Artes de Kenyon College.