CARACAS, Venezuela (AP) — El gobierno y la oposición de Venezuela cerraron el jueves la temporada oficial de campaña presidencial con manifestaciones que atrajeron a miles de personas a las calles de la capital.
Los acontecimientos que tuvieron lugar tres días antes de las muy esperadas elecciones del domingo pusieron de manifiesto las enormes disparidades entre los principales contendientes, incluidos sus recursos.
El presidente Nicolás Maduro, que aspira a un tercer mandato, se presentó ante sus partidarios en un enorme escenario instalado en una de las principales avenidas de la ciudad y animó a los asistentes con intermedios musicales y bailes durante su discurso. Dijo a la multitud, parte de la cual fue trasladada a Caracas en autobuses estatales, que sus oponentes son promotores de la violencia y se describió a sí mismo como un hombre de paz.
“¿Quién de los 10 candidatos garantiza la paz y la estabilidad?”, preguntó Maduro a la multitud. Sin embargo, fue él quien en los últimos días habló de un posible “baño de sangre” postelectoral.
Mientras tanto, el ex diplomático Edmundo González Urrutia, que representa a la coalición Plataforma Unitaria, y la líder opositora María Corina Machado consiguieron muchos menos seguidores. González y Machado recorrieron la ciudad de pie sobre una plataforma fijada a un camión hasta llegar a un barrio de clase media de la capital.
La falta de fondos y la represión gubernamental contra Machado y cualquier proveedor de servicios que pueda ofrecerse como voluntario o firmar un contrato con la campaña ha afectado su capacidad para montar escenarios adecuados, incluido el jueves, cuando su sistema de sonido no fue lo suficientemente potente para permitir que todos los partidarios escucharan.
La televisión estatal transmitió en vivo la totalidad del mitin de Maduro e ignoró el acto de la oposición.
Las elecciones del domingo suponen para el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela su prueba electoral más dura en décadas.
Maduro sigue siendo tan impopular como siempre entre muchos votantes, que lo culpan de la compleja crisis que los afecta desde hace más de 11 años. Al mismo tiempo, tras años de boicot electoral y divisiones partidarias, los principales partidos de la oposición se han unido para apoyar a un único candidato, González.