El presidente Joe Biden aprobó en marzo un plan estratégico nuclear altamente clasificado para Estados Unidos que, por primera vez, reorienta la estrategia de disuasión estadounidense para centrarse en la rápida expansión del arsenal nuclear de China. El cambio se produce en un momento en que el Pentágono cree que las reservas de China rivalizarán en tamaño y diversidad con las de Estados Unidos y Rusia durante la próxima década.