NICOSIA, Chipre (AP) — El aullido metálico de las sirenas de alerta aérea resonó en Chipre, un país étnicamente dividido, al amanecer del sábado, marcando los 50 años del día que cambió la historia de la nación insular.
Se escucha todos los años mientras el sur controlado por los grecochipriotas lamenta la fecha en que las tropas turcas invadieron tras un golpe de Estado por parte de los partidarios de la unión con Grecia.
En el tercio norte de Chipre, los turcochipriotas celebran lo que consideran una salvación de las garras de la mayoría grecoparlante tras años de conflicto armado por el destino de la isla.
También es una celebración de la creación de su estado separatista, que todavía es reconocido únicamente por Turquía, país que aún mantiene allí más de 35.000 soldados.
El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, presidirá los eventos del “Jubileo de Oro”, repletos de un desfile militar, una visita del primer portaaviones de Turquía y un espectáculo aéreo.
Para los chipriotas griegos del sur, donde tiene su sede el gobierno reconocido internacionalmente, es el aniversario de una catástrofe que dejó miles de muertos o desaparecidos y desplazó a una cuarta parte de la población chipriota griega. Las conmemoraciones incluyen la inauguración de monumentos a los héroes caídos, servicios religiosos y una reunión en el Palacio Presidencial en la que habló, por primera vez, el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis.
Después de numerosas rondas fallidas de conversaciones mediadas por las Naciones Unidas para reunificar la isla como una federación de zonas grecochipriotas y turcochipriotas, los chipriotas de ambos lados todavía mantienen un atisbo de esperanza de que se pueda encontrar algún terreno común.
Pero eso está resultando difícil, ya que el último intento serio de paz fracasó hace siete años. Tras el fin de las conversaciones, Turquía y los turcochipriotas pidieron lo que en esencia equivale a un acuerdo de dos Estados, una idea que los grecochipriotas rechazan de plano.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, está considerando ahora si convocará otra ronda de conversaciones. Basará su decisión en un informe confidencial que redactó su enviada personal, la colombiana María Ángela Holguín Cuéllar, después de pasar seis meses analizando a ambas partes.
La Unión Europea, a la que Chipre se unió en 2004, instó a ambas partes a mostrar un “compromiso genuino” con un acuerdo de paz en línea con el plan respaldado por la ONU para una isla federada.
“Se ha perdido demasiado tiempo”, afirmó un portavoz de la UE. “Una división forzada nunca puede ser una solución. Aún existe la esperanza de un futuro mejor, de un Chipre unido”.