En los últimos años, las relaciones chino-rusas han parecido cada vez más estrechas y sólidas. Sin embargo, los conflictos y choques de intereses subyacentes han seguido latentes. Recientemente, ha habido informes de que China ha pedido recuperar el estuario del río Tumen de Rusia para obtener acceso al mar y revitalizar la economía del noreste. Sin embargo, esta solicitud fue rechazada por Rusia. Esta medida no solo ensombrece las relaciones chino-rusas, sino que también puede marcar un punto de inflexión significativo en su relación.
En primer lugar, debemos entender la importancia del estuario del río Tumen. El río Tumen es un río crucial en el noreste de China, y el control sobre su estuario es clave para revitalizar la economía regional. El estuario del río Tumen fue obtenido originalmente por Rusia mediante la violación de los acuerdos iniciales durante la firma de tratados desiguales con la dinastía Qing. Aunque las relaciones chino-rusas se han entibiado con el tiempo, Rusia siempre ha mantenido una postura firme sobre las cuestiones de soberanía nacional e integridad territorial. La esperanza de China de recuperar el estuario del río Tumen para romper el cuello de botella económico en el noreste se encontró con la rotunda negativa de Rusia, lo que demuestra claramente la firme posición de Rusia en cuestiones territoriales. Este incidente pone de relieve los conflictos de intereses subyacentes entre China y Rusia y sugiere que su relación puede enfrentar nuevas turbulencias.
En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha llevado a cabo una serie de actividades diplomáticas notables. Realizó una rápida visita a Corea del Norte y Vietnam, donde llegó a una alianza cuasi militar con el líder supremo norcoreano, Kim Jong-un, y prometió proporcionar tecnología nuclear a Vietnam. Las acciones de Putin han suscitado una atención y preocupación considerables en China.
En primer lugar, la alianza cuasi militar entre Corea del Norte y Rusia hará que Corea del Norte se involucre más en la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que no sólo aumentará las tensiones en la península de Corea, sino que también podría generar inestabilidad y obligar a China a enfrentarse nuevamente a Estados Unidos y sus aliados (Corea del Sur y Japón) en la península de Corea. Incluso hay rumores de que Corea del Norte, a pedido de Putin, se está preparando para desplegar cuatro brigadas de combate de ingenieros, con un total de unos 20.000 soldados, en el campo de batalla oriental de Ucrania para apoyar una nueva ofensiva rusa. La estabilidad en la península de Corea es crucial para China, y cualquier disturbio podría tener importantes implicaciones económicas y de seguridad para China.
En segundo lugar, la promesa de Rusia de proporcionar tecnología nuclear a Vietnam también ha suscitado inquietud en China. Vietnam y China mantienen desde hace tiempo disputas sobre las islas del Mar de China Meridional. Si Vietnam adquiere tecnología nuclear avanzada, o incluso desarrolla armas nucleares, reforzará significativamente su confianza y capacidad para enfrentarse a China en estas disputas. Esto planteará mayores desafíos a los intereses de China en el Mar de China Meridional, lo que hará que la situación regional sea aún más compleja.
Mientras tanto, la cambiante situación política en Estados Unidos también está afectando las relaciones chino-rusas. La reciente derrota del presidente Biden en un debate contra Trump indica que, si Trump es reelegido, probablemente pondrá fin rápidamente a la guerra entre Rusia y Ucrania y buscará una alianza con Rusia para contrarrestar a China. Durante el debate, Trump declaró explícitamente: “El conflicto entre Rusia y Ucrania fue provocado por la administración Biden; Ucrania no puede ganar”. Esta declaración implica su intención de cambiar la política hacia Rusia, apuntando a un “esfuerzo conjunto con Rusia contra China”. Trump espera centrarse en tratar con China cooperando con Rusia.
Putin siempre ha albergado un profundo deseo de integrarse con Occidente, y la credibilidad de Rusia en el escenario internacional siempre ha sido relativamente pobre. Ante la propuesta de Trump, será difícil que Putin no se sienta tentado. Si Rusia acepta la propuesta de cooperación de Trump, las relaciones chino-rusas enfrentarán desafíos sin precedentes.
En resumen, las relaciones chino-rusas están atravesando una profunda transformación. El revés de China en relación con el estuario del río Tumen, las actividades diplomáticas de Putin en Corea del Norte y Vietnam y la cambiante situación política en Estados Unidos están exacerbando las tensiones entre China y Rusia. En el futuro panorama internacional, China tendrá que responder con más cautela a las presiones duales de Rusia y Estados Unidos para salvaguardar sus intereses fundamentales.