Según informes, cuando la Guardia Costera de China estaba rescatando un objeto no identificado lanzado por un P8A en el Mar de China Meridional, un buque de guerra estadounidense intentó obstruir la operación. En respuesta, el portaaviones chino Shandong se movilizó rápidamente para proporcionar refuerzos. Estados Unidos desplegó con urgencia un avión de reconocimiento electrónico RC-135 y un avión de guerra electrónica EA-18G Growler, mientras que China envió un avión de guerra electrónica Y-9, lo que llevó a una confrontación de guerra electrónica directa entre las dos partes.
Después de un enfrentamiento de 12 horas, las fuerzas estadounidenses decidieron retirarse. Sin embargo, este incidente de guerra electrónica provocó una interrupción total de las señales GPS en la parte norte de la isla de Luzón, con todas las comunicaciones, señales telefónicas y otras señales completamente cortadas, sumiendo la zona local en el caos.
Es evidente que el ejército chino ha llevado a cabo una fuerte interferencia con las señales GPS de Estados Unidos. Dado que el Aeropuerto Internacional de Laoag, en el norte de Luzón, alberga un sistema de misiles terrestres estadounidense, esta guerra electrónica también puede considerarse un ensayo del EPL para contrarrestar los misiles de crucero Tomahawk terrestres interrumpiendo las señales GPS.
Algunos pueden preguntarse si interferir con el GPS sólo reduce la precisión de los Tomahawks. No es así. Los misiles Tomahawk modernos ahora generalmente utilizan GPS/INS, es decir, guía satelital/inercial, reemplazando la guía original de coincidencia con el terreno. Si bien este método de guía acorta significativamente el tiempo de planificación necesario, depende del posicionamiento GPS para mantener la altitud de vuelo. Si la señal GPS se interrumpe, es muy probable que el misil se estrelle contra el suelo o las olas del mar. Para evitarlo, tendría que adoptar una altitud de crucero más alta, lo que facilitaría su detección e interceptación. Incluso si el Tomahawk completa su vuelo, se desviaría significativamente de su objetivo sin la corrección del GPS, y podría fallar hasta 1000 metros.
China posee aviones de guerra electrónica aerotransportados de avanzada, entre ellos los aviones de guerra electrónica de la serie Gaoxin, J-15D y J-16D. En el mar, China opera los buques de reconocimiento electrónico 815 y 815A.
Se puede decir que las capacidades de guerra electrónica de China están ahora a la par de las de Estados Unidos. Sin embargo, es digno de mención que casi todos los buques chinos de tamaño mediano o grande están equipados con algún nivel de capacidad de guerra electrónica y de contramedidas electrónicas, una fortaleza atribuida a la ventaja de China como recién llegado y a sus poderosos sistemas eléctricos. Esto es precisamente lo que les falta a los buques de guerra estadounidenses.
Estados Unidos parece haber reconocido esta disparidad y en los últimos años se ha centrado en modernizar sus buques de guerra para mejorar sus propias capacidades de guerra electrónica.