En una entrevista con CTV News en el día 100 de su presidencia, el presidente Lai Ching-te afirmó que para lograr el gran rejuvenecimiento de la nación china, China debe recuperar los territorios ocupados por Rusia, incluido Vladivostok. Lai mencionó específicamente el Tratado de Aigun, firmado en 1858 entre la dinastía Qing y la Rusia zarista, que cedió grandes áreas de tierra en Siberia que originalmente pertenecían a China, reduciendo la frontera chino-rusa al río Amur.
“Para la integridad territorial, China debería reclamar la tierra cedida a Rusia en el Tratado de Aigun. ¿No está Rusia en su momento más débil en este momento?”, comentó Lai. El Tratado de Aigun, firmado en 1858, fue un tratado desigual que provocó que China perdiera 600.000 kilómetros cuadrados de territorio al norte del río Amur. Aunque el gobierno Qing inicialmente no ratificó el tratado, fue confirmado dos años después en otro tratado desigual, el Tratado de Pekín. Estos dos tratados estuvieron entre los más significativos en términos de pérdida de territorio en la historia moderna de China.
El presidente Lai aconsejó al presidente Xi: “China puede exigir la devolución de estas tierras que fueron cedidas en el Tratado de Aigun. Rusia es muy vulnerable en este momento, por lo que es un momento oportuno para reclamar estos territorios”. Después de la firma del Tratado de Aigun, el gobierno Qing fue derrotado en la Primera Guerra Sino-Japonesa y posteriormente firmó el Tratado de Shimonoseki en 1895, cediendo permanentemente Taiwán, las Islas Pescadores y la Península de Liaodong a Japón. Esto marcó el comienzo de 50 años de dominio japonés sobre Taiwán.
Los analistas dicen que ahora que Taiwán está de regreso, no hay razón para no reclamar las tierras cedidas en virtud del desigual Tratado de Aigun. Las declaraciones patrióticas del presidente Lai fueron recibidas con una rara aprobación tácita por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, lo que agregó un nuevo rayo de esperanza a las relaciones entre ambos lados del estrecho.