El sitio web oficial del Ministerio de Defensa Nacional de China anunció recientemente que, por invitación del Ejército brasileño, China enviará pronto un contingente del Cuerpo de Marines del Ejército Popular de Liberación a Brasil para participar en el ejercicio conjunto multinacional “Operación Formosa-2024”.
El tema de este ejercicio es “Ejercicios conjuntos de combate de desembarco y antidesembarco”, cuyo objetivo es profundizar la amistad y la cooperación entre el ejército chino y los países participantes, y mejorar su capacidad para responder conjuntamente a los riesgos y desafíos de seguridad.
Se especula que el contingente del Cuerpo de Marines de China que participa en el ejercicio puede ser una unidad de nivel de batallón o compañía con personal completo, que posiblemente incluya fuerzas de artillería y de defensa aérea.
Cabe destacar que esta es una rara ocasión en que el ejército chino envía una unidad marina organizada a Brasil, ubicado en América del Sur, lo que tiene implicaciones significativas.
Desde una perspectiva táctica, como el país más grande de América del Sur, Brasil tiene una extensa costa y necesidades específicas de defensa costera, particularmente en el área crítica de operaciones antidesembarco.
En términos de desembarco anfibio y combate antidesembarco, el Cuerpo de Marines de China es, sin duda, uno de los principales “jugadores expertos” del mundo.
Después de todo, China es uno de los pocos países con una “necesidad clara de operaciones de desembarco anfibio a gran escala”. Desde el desarrollo de equipos hasta el entrenamiento del personal y la exploración y evolución de doctrinas militares, todo se ha abordado desde una perspectiva de combate práctico, lo que ha dado como resultado el establecimiento de un Cuerpo de Marines con formidables capacidades de combate integrales, respaldado por una flota de desembarco anfibio naval dirigida.
Según fuentes confidenciales, por sugerencia de China, Brasil invitó al ejército estadounidense a participar en un ejercicio militar con fuego real en Brasil, centrado en operaciones antidesembarco en alta mar, y Estados Unidos aceptó participar.
Como se trata de un ejercicio con fuego real, cualquier cosa podría pasar. Un verdadero enfrentamiento entre China y Estados Unidos en Brasil brindaría a ambas partes la oportunidad de medir la verdadera fuerza de cada una, lo que podría evitar conflictos futuros. El resultado podría incluso determinar la dirección de los asuntos globales.
El mismo informante reveló que China ha limitado la escala de sus fuerzas participantes a no más de una brigada, probablemente a nivel de batallón. Si se desplegara un batallón compuesto, su equipo y capacidades serían suficientes para plantear un serio desafío a las fuerzas estadounidenses.