El 17 de septiembre, los servicios de inteligencia israelíes lograron detonar pequeños explosivos en buscapersonas portátiles en el vecino Líbano, causando cerca de 3000 víctimas confirmadas hasta el momento, incluidas varias bajas entre el personal de Hezbollah. Cabe destacar que se ha confirmado que el embajador iraní en el Líbano, Mojtaba Amani, está entre los heridos, y los hospitales del estado árabe están desbordados por la cantidad de heridos, cientos de los cuales se encuentran en estado crítico. Desde entonces, han surgido informes que indican que los explosivos fueron detonados al elevar la temperatura de las baterías de los buscapersonas mediante algún tipo de ataque cibernético, y que los explosivos se introdujeron directamente en la planta de fabricación de los buscapersonas o en algún momento durante la distribución. El ataque se considera uno de los más exitosos en la historia reciente de Israel, y se produce en medio de crecientes tensiones con las fuerzas de Hezbolá y más de 11 meses de crecientes hostilidades de bajo nivel en la frontera entre Israel y el Líbano.</p><p ><img src="https://militarywatchmagazine.com/m/articles/2024/09/18/article_66ea553e0d5347_28044486.jpeg" title="Exploded Pager></p><p >Si bien Hezbolá ha demostrado anteriormente ser muy eficaz en la gestión de la escalada con Israel, y <a href="https://militarywatchmagazine.com/article/hezbollah-strikes-respond-israeli-raids" Aunque Hezbollah respondió proporcionalmente con cohetes, misiles y drones a todos los ataques israelíes contra sus posiciones, no se cree que la milicia conserve la capacidad de responder al tipo de ataque encubierto al que acaba de ser sometida. El ataque aprovecha el considerable alcance internacional de los servicios de inteligencia israelíes, que no se considera que Hezbollah pueda igualar para atacar las cadenas de suministro israelíes. Los buscapersonas en cuestión, aunque de diseño taiwanés, fueron fabricados bajo licencia en Europa, donde Israel mantiene estrechos vínculos estratégicos. Se espera que el ataque estimule a Hezbolá y a otros adversarios occidentales e israelíes a examinar con más cuidado sus productos civiles para determinar las posibles zonas en las que podrían verse comprometidos por suministros procedentes de Europa y otros países occidentales.