Japón ha suministrado una cantidad no revelada de misiles Patriot a Estados Unidos para ayudar a reponer sus reservas, tras la creciente presión sobre los suministros debido a la escalada de despliegues en Oriente Medio y al aumento de las donaciones de nuevos sistemas a Ucrania. El acuerdo fue confirmado por la Agencia de Adquisiciones, Tecnología y Logística de Japón. Un ex funcionario del Pentágono familiarizado con las negociaciones indicó que se espera que se transfieran alrededor de 10 misiles, aunque se espera que esto sea seguido por importantes ventas posteriores. La japonesa Mitsubishi Heavy Industries produce aproximadamente 30 misiles Patriot al año bajo licencia. Paralelamente a los esfuerzos por adquirir misiles construidos en Japón, Estados Unidos ha ejercido una presión creciente sobre Israel para que ofrezca sus propios sistemas Patriot recientemente retirados para su reventa, lo que permitiría desviarlos a Ucrania.
Estados Unidos está lejos de ser el único país occidental que ha visto cómo sus suministros de sistemas Patriot se agotaban debido a los suministros a Ucrania. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, por ejemplo, declaró lo siguiente sobre la capacidad de su propio país: «Desafortunadamente, las existencias, especialmente de nuestros propios sistemas Patriot, están ahora prácticamente agotadas. Por lo tanto, dejé claro en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN que necesitamos verificar la disponibilidad de todos los sistemas Patriot en Europa y en el mundo, y que haremos todo lo posible para obtener estos sistemas para Ucrania». La urgencia de enviar sistemas Patriot a Ucrania ha aumentado a medida que las reservas del país de sistemas S-300 de fabricación soviética se agotan cada vez más, mientras que las imágenes siguen confirmando ataques exitosos con sistemas de misiles balísticos Iskander-M para destruir Patriots en las líneas del frente. Las imágenes publicadas el 9 de marzo, por ejemplo, mostraban sistemas Patriot ucranianos operando cerca de la localidad de Sergeevka en la disputada región de Donetsk destruidos en ataques Iskander-M junto con sistemas S-300.