La Fuerza Aérea israelí ha llevado a cabo un importante ejercicio de reabastecimiento en vuelo simulando un ataque de largo alcance utilizando cazas F-35 y F-15 y un avión cisterna Boeing 707. El ejercicio se produce en un momento de crecientes tensiones entre Tel Aviv y Teherán, después de que Israel asesinara al presidente del Buró Político de Hamás, Ismail Haniyeh, en su residencia de Teherán el 31 de julio. Dado que los funcionarios iraníes se han comprometido a responder al ataque, los ejercicios israelíes han sido ampliamente interpretados como una demostración de fuerza para disuadir posibles represalias. «El reabastecimiento en vuelo es una capacidad operativa requerida por la fuerza de combate, que le permite permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo», afirmó un portavoz de la Fuerza Aérea israelí, antes de enfatizar aún más su importancia. El reabastecimiento en vuelo se considera vital para facilitar cualquier operación aérea importante contra objetivos iraníes, ya que las clases de cazas de fabricación occidental generalmente tienen alcances mucho más cortos que sus contrapartes rusas y chinas, lo que limita seriamente la capacidad de aeronaves como los F-35 y F-15 para alcanzar objetivos en territorio iraní.
Aunque la gran mayoría de la flota de cazas israelí está compuesta por F-16 de muy corto alcance, así como por variantes obsoletas del F-15 de la era de la Guerra Fría, actualmente están en servicio dos unidades de élite de modernos F-35 de quinta generación, y a principios de junio se encargaron 25 de estos aviones para equipar a un tercer escuadrón. El F-15I se considera la segunda clase de caza más capaz del país y es un derivado del F-15E Strike Eagle estadounidense. Veinticinco de estos cazas se encargaron en la década de 1990. Aunque tiene un alcance mayor que el F-35, la aviónica del F-15I se considera obsoleta en la actualidad. La expansión de la flota israelí de F-35, que al parecer es capaz de desplegar armas nucleares, así como los pedidos previstos de variantes mucho más capaces del F-15IA (que se basan en la variante de vanguardia del F-15EX), están destinados a ampliar las opciones para los ataques aéreos contra Irán.
Cabe destacar que Irán no cuenta con ninguna clase de cazas posteriores a la Guerra Fría en su flota, la gran mayoría de la cual se compone de cazas F-4 y F-5 de la era de la Guerra de Vietnam, aunque la red de defensa aérea terrestre del país ha demostrado ser muy sofisticada. El país ha realizado un pedido de 24 cazas Su-35 a Rusia, al parecer con la opción de ampliarlo a 64 cazas. La aviónica del Su-35, aunque menos avanzada que la de los F-35, sigue siendo mucho más sofisticada que la de otros cazas israelíes, ya que el avión está diseñado para trabajar en estrecha colaboración con las defensas aéreas terrestres e integrar un conjunto de sensores particularmente bien optimizado para rastrear objetivos furtivos. Se espera que las adquisiciones de Su-35 y la continua modernización de la red de defensa aérea terrestre iraní con nuevas generaciones de sistemas autóctonos hagan que un ataque aéreo contra el país sea cada vez más difícil. Si bien se informó en diciembre de 2022 que el personal iraní se estaba entrenando en Rusia para operar Su-35, sigue siendo incierto cuándo llegarán los primeros cazas al país.