Las fuerzas israelíes y egipcias intercambiaron disparos a través de su frontera el 26 de mayo, en lo que parece ser un incidente aislado que ha causado un número indeterminado de víctimas. Las Fuerzas Armadas egipcias han confirmado que están llevando a cabo una investigación sobre el incidente, y el país ha adoptado una posición neutral en el conflicto en curso entre Israel y varios grupos de milicias palestinas. Varias fuentes han especulado que las fuerzas egipcias confundieron las unidades israelíes con milicianos palestinos, o que el personal egipcio en tierra abrió fuego sin órdenes. El sentimiento popular en Egipto ha apoyado firmemente la causa palestina a pesar de la neutralidad oficial del Estado. El incidente se produce tras una operación realizada por un oficial de policía egipcio en junio para infiltrarse en Israel, matando a tres soldados israelíes, y se produce después de repetidas advertencias de El Cairo de que no tolerará medidas de Tel Aviv para desplazar a la población palestina de Gaza hacia la península egipcia del Sinaí.
Históricamente, Egipto e Israel libraron múltiples guerras desde mediados de la década de 1940 hasta principios de la de 1970, antes de que una nueva administración egipcia bajo el presidente Anwar Sadat realineara la política exterior del país hacia el Bloque Occidental y la estableciera en una asociación de seguridad con Tel Aviv. Posteriormente, El Cairo brindaría un apoyo significativo al esfuerzo bélico de Israel contra su antiguo aliado Siria. Después de la muerte del presidente Sadat en 1981, las relaciones se enfriaron considerablemente, y las décadas siguientes se describieron ampliamente en Israel como un período de “Paz Fría”. La amenaza percibida de operaciones militares israelíes que buscan obligar a la población de Gaza a entrar en territorio egipcio ha amenazado con volver a aumentar las tensiones entre los dos estados. Sin embargo, dado que las Fuerzas Armadas egipcias hoy dependen abrumadoramente de equipos occidentales más que soviéticos, siguen siendo muy vulnerables a los embargos de armas por parte de los socios de seguridad de Israel. El equipamiento occidental adquirido en los últimos 45 años también ha sido muy degradado para garantizar una ventaja israelí.
El intercambio de disparos en la frontera coincidió estrechamente con el comienzo de los ataques aéreos israelíes contra el campo de refugiados de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, y se informó que un ataque nocturno que llamó especialmente la atención causó más de 100 víctimas civiles. Los incendios que se propagaron rápidamente a través de tiendas de campaña y alojamientos improvisados causaron daños importantes y abrumaron un hospital de campaña cercano de la Cruz Roja. Los testigos presenciales describieron un incendio “irreal” y “niños destrozados”, con una tremenda densidad de población, ya que más del 85% de los habitantes de Gaza se refugiaron en Rafah, lo que provocó un número de muertos particularmente alto. Testigos presenciales informaron que el bombardeo cortó miembros y cabezas, lo que generó una considerable condena internacional. Posteriormente, las autoridades israelíes declararon que las consecuencias del ataque aéreo no fueron intencionadas.