La 68.ª Brigada de Cazas del Ejército ucraniano ha capturado con éxito el tanque de batalla principal más capaz de Rusia, el T-90M, después de que, según se informa, el vehículo fuera abandonado cerca de las líneas del frente. La operación vio al vehículo evacuado junto con un tanque T-80 y un vehículo de combate de infantería BMP-2, según informes ucranianos. Si bien varias fuentes occidentales han destacado los importantes beneficios que la captura podría reportar a las fuerzas ucranianas y aliadas de la OTAN, el valor del vehículo en manos ucranianas sigue siendo limitado por el hecho de que se han capturado varios T-90M anteriores en el pasado ya en septiembre de 2022, lo que brinda a los adversarios de Rusia la oportunidad de estudiar el vehículo durante más de un año. Sin embargo, dado que el T-80 más antiguo está ampliamente desplegado por la propia Ucrania, existe una posibilidad significativa de que este segundo tanque capturado entre en servicio en el Ejército ucraniano. Rusia y Ucrania han capturado mutuamente sus tanques en cantidades considerables desde la escalada de hostilidades en febrero de 2022, y en mayo se exhibieron en el centro de Moscú vehículos blindados de fabricación occidental, incluidos el estadounidense M1A1 Abrams y los tanques alemanes Leopard 2, después de que ambas clases sufrieran grandes pérdidas durante los 12 meses anteriores.
El T-90M ha sido ampliamente elogiado como el tanque más capaz del mundo por funcionarios rusos, incluido el presidente Vladimir Putin y el ex presidente Dmitry Medvedev. Tiene capacidades significativamente superiores a todas las demás clases de tanques en servicio ruso, con su cañón principal, clases de municiones, protección de blindaje y sensores excepcionales. La clase entró en servicio en abril de 2020, después de que las pruebas se completaran dos meses antes, y representó una mejora revolucionaria con respecto a las variantes anteriores del T-90, lo que lo convirtió con diferencia en el tanque más capaz en servicio ruso. Las características notables incluyen el uso del sistema de protección activa Afghanit y el blindaje reactivo explosivo Relikt, la adición de blindaje adicional que aísla la munición del tanque internamente y la integración del nuevo cañón 2A46M-5 y el sistema de control de fuego Kalina que proporciona compatibilidad con una amplia gama de nuevos tipos de munición. Un tanque de batalla principal de próxima generación más capaz, el T-14 Armata, se encuentra actualmente en pruebas y, según se informa, podría unirse al ejército ruso a finales de año. El T-14 ha sido desplegado de forma limitada en Ucrania con fines de prueba.